La utopía llamada amor.
En nuestros tiempos modernos pareciera una utopía la idea de construir un amor que nos haga sentir plenos. Lo cierto es que cada quién tiene un concepto interno de lo que es el amor, o al menos las canciones, las películas, tantas historias, nos han instaurado una idea de lo que puede ser. Sin embargo, ¿por qué se vuelve un reto el encontrar un amor que nos satisfaga en todos los sentidos? Quizás no es algo que se deba encontrar sino construir.
No existe el amor sin complementariedad. Ciertamente, es una aventura el tomar la decisión más importante de nuestras vidas, sin garantías, sin que las expectativas sean crónicas de una muerte anunciada, y con una certeza de que no existe en su totalidad, sino desde las razones del corazón.
Una decisión de tal magnitud amerita nuestra capacidad de elegir desde la libertad, sabiendo que el amor es la conjunción de dos personas que quieren construirse en una sola. Aunque no existen ni certezas ni garantías, “no hay quién en lo más profundo de su corazón no desea ser amado y amar en plenitud”.
“Amarte” y “Amarme” están a una letra de significar lo mismo y es por eso que es imposible emprender este reto en soledad. Ante los vacíos que son fácil de experimentar producto de amores que solo buscan un interés, dependencias que parecen ser amor pero no lo son y de los “casi” que nunca llegan a ser, quiero arriesgar que aún es posible amar y ser amado desde su significado más pleno.
Psicólogo Wilfredo Mercado.
